sábado, mayo 26, 2012

Miles gloriosus, de Aurelio González Ovies



Plaudite! Las cortinas se cierran
y ellos aplauden.
El Miles gloriosus ha terminado.
Y se levantan de sus sitios
y se van a su casa
comentando la escena en que el esclavo
hace a las cortesanas
proposiciones.
Cae la noche y se van
a sus casas.
Nosotros nos quedamos,
nos quitamos los trajes.
descolgamos los cuatro
motivos de la escena
y comentamos incidentes.
Hemos representado los papeles
lo mejor que pudimos
-les digo- y satisfechos,
mis alumnos se abrazan
y sonríen.
Tú has estado genial comiéndote
las flores
y tú, como una estatua.
Pero no captan la soledad que tengo
sobre mi propia máscara
ni aprecian que ellos son lo mismo
que yo he visto
año tras año:
máscaras.
Algunos no entienden la tristeza
todavía
y en su brillante juventud
piensan que todo es duradero,
que todo es verdad, al fin y al cabo:
esta unión, este instante
de amistad pasajera y nerviosismo.
Yo lo he visto año tras año,
me entristece
pero vale la pena que sea irrepetible.
Ha sido una hora y media
más intensa
que hora y media de vida.

(Gijón. Estreno en diciembre. 1995. Para Rebeca Minguito, que hoy me escribió unas palabras cariñosas, pasados quince años).

(C) Aurelio González Ovies
Tardes de cal viva
12 de marzo 2010
Realización:
María García Esperón
Música_
In the mirror. Yanni
MMX