domingo, agosto 19, 2012

Los libros ilustrados transforman: Sr. No quiero

El extraordinario trabajo que ha realizado el ilustrador mexicano Sr. No quiero para el libro El anillo de César, ha suscitado en quienes hemos tenido la oportunidad de apreciar su arte una serie de interrogantes y muchas admiraciones. En lo personal pienso que ha sido un privilegio el que su talento haya vestido de imágenes esta novela histórica dirigida a los lectores jóvenes. Ellos encontrarán en este mundo de columnas y fragmentos de lenguajes, de pórticos y de laurel, de gloria y de lágrimas un rico imaginario que viene a enriquecer la iconografía de Julio César desde México. Y en el mejor de los soportes: un libro. A propósito de su quehacer y de esta común aventura, conversamos el Sr. No quiero y yo una tarde  a la sombra de El Naranjo. (María García Esperón)


"...la imagen ha jugado un papel importante en mi forma de entender las cosas".

¿Por qué camino o caminos llegaste a la ilustración de libros?

Creo que era algo inevitable, desde siempre la imagen ha jugado un papel importante en mi forma de entender las cosas, es la manera en la que me relaciono con el mundo, en la que trato de entenderlo y los libros en particular tienen la virtud, primero, de sobrepasar las barreras del tiempo y, segundo, de materializar lo intangible, de dar pie a un intercambio de experiencias e ideas. Considero que los libros ilustrados transforman y dan pie a una doble interpretación paralela, tanto del escritor como del ilustrador, son dos maneras diferentes de observar un mismo hecho y muchas veces la línea entre ellos es casi imperceptible, pero conserva siempre la esencia que caracteriza a un autor, ya sea en el plano literario o gráfico, pues le permite ser reconocido por su forma particular de interpretar las cosas. La posibilidad de detectar el espíritu de un texto, comprenderlo, poder plasmarlo en imágenes y compartirlo con otras maneras de pensar es lo que hace tan atractivo el mundo de los libros ilustrados y por tanto el medio idóneo para expresar mis inquietudes.

Cuéntanos un poco de tu primer trabajo con El Naranjo.

Cuando iniciamos el proyecto yo conocía poco acerca de la editorial. El acercamiento con ella lo había hecho unos meses antes y no conocía a fondo la manera en que elaboraban sus ediciones. Conforme fuimos trabajando me di cuenta de la fuerza y la dedicación que ponen en cada uno de sus libros, asunto que me parece extraordinario en un país en donde la lectura no juega un papel importante en la vida cotidiana, y el hecho de que la editorial esté enfocada al sector infantil y juvenil habla de su compromiso para formar a los nuevos lectores, de elaborar contenidos de calidad y, muy en especial, de difundir el quehacer de escritores e ilustradores mexicanos. Es por eso que me siento muy orgulloso de haber colaborado con este proyecto y poner mi granito de arena a favor de la literatura que se hace en lengua castellana.

Y cuando Ana Laura Delgado, la Directora de El Naranjo,  te propuso ilustrar El anillo de César, ¿qué pensaste?

Que en definitiva sería un reto ilustrar un texto escrito por tan extraordinaria escritora. Yo no sabía si ella conocía mi estilo de ilustración y esto no dejó de inquietarme durante todo el proyecto, ya que curiosamente jamás tuve contacto con ella, -supongo que esa es la ventaja de tener una editora que sabe hacer perfectamente bien su trabajo- y hasta que el libro estaba terminado llegó el momento de conocernos y fue un alivio saber de su propia voz que estaba muy satisfecha con la interpretación que había hecho de la novela.

"...busqué la esencia de cada uno de los capítulos".
¿Cómo fuiste abordando la ilustración de este libro? ¿A qué elementos recurriste?

En primer lugar, tuve que identificar el periodo histórico exacto en el que se desarrolla la muerte de Julio César, contextualizarlo y hacer una investigación iconográfica y técnica tanto del periodo artístico de la época como de las interpretaciones posteriores que se han hecho a lo largo de la historia del arte occidental; pues la cultura romana ha sido un tema recurrente en el arte a través de diferentes versiones y tendencias, lo cual te obliga a no quedarte sólo con una versión, sino que hay que integrarlas y analizar las diferencias entre ellas, buscar una manera personal de representar tanto los personajes como los acontecimientos a partir de información real. Una vez que tuve toda esta información busqué la esencia de cada uno de los capítulos, traté de encontrar la emoción que a mi parecer engloba y va dando curso a la historia, pues en lo personal considero que cada ilustración debe evocar un sentimiento, transmitir una emoción de tal manera que se dé una empatía con el lector y no sólo se convierta en un mero requerimiento visual o una simple pausa en la lectura.


"Calpurnia definitivamente es uno de los personajes más cautivadores de El anillo de César"


 ¿Qué piensas de Julio César?

Justo ahora pienso que increíblemente el dicho "Cría cuervos y te sacaran los ojos" algunas veces resulta ser cierto y que no hay hombre que pueda escapar a su destino.


¿Tu opinión sobre Julio César varió después que abordaste la ilustración de este libro sobre su vida?

Acercarse a personajes que marcaron la historia siempre es complicado y más cuando se hace desde un punto de vista totalmente técnico, pues se corre el riesgo de sentirse ajeno a ellos; pero cuando se aborda de manera tan personal, con una narrativa cálida y que logra mantener un ritmo, se logra ese acercamiento que baja del pedestal a los protagonistas, alejados por la manera en que se suele abordar la historia, y los vuelve sencillamente humanos. Creo que esta es justo la mirada que aporta la novela y por consecuencia las ilustraciones exploran esa condición humana de Julio César.

De los personajes -todos históricos- que aparecen en la novela, ¿te identificaste con alguno?

Es imposible no identificarse con más de uno de los personajes a lo largo de la historia. Pero hubo uno en particular que llamó mi atención, primero por la poca información que tenía sobre ella al principio de mi trabajo, y que poco a poco me fue revelada, y en segundo, la de más peso creo yo, es la manera en que está narrada su intervención dentro de la historia. Es un personaje enteramente emotivo y simbólico, lleno de una carga que nace desde las entrañas y es el fiel reflejo de la imposibilidad de cambiar el destino de un hombre por más que se intente. Calpurnia definitivamente es uno de los personajes más cautivadores de El anillo de César.

¿Cuáles son tus pintores (o escultores, ilustradores, artistas plásticos) preferidos? ¿En quiénes te inspiras?

Es complicado definir un listado de influencias o inspiración en el trabajo de un ilustrador, pues continuamente estamos expuestos a todo tipo de información visual, tanto académica como de la vida cotidiana. Esas influencias las encontramos en todas partes, de manera inconsciente vamos adoptando imágenes de todo lo que nos rodea y la mayoría de las veces no nos damos cuenta de ello hasta que alguien más nos lo hace notar.

 ¿Qué fuiste sintiendo, experimentando, en todo este proceso de ilustración de una novela que pretende traer al presente un mundo pasado?

La novela histórica es un asunto complicado de abordar, puesto que en la vida real existen una serie de registros de los acontecimientos históricos, batallas, periodos de gobierno o desastres naturales, pero casi nunca tenemos una certeza en cuanto al lado humano de los personajes que intervinieron en ella. Y es justo esto último lo que nos permite una novela como El anillo de César, pues nos hace partícipes de esa cercanía con los personajes, nos permite explorar su lado mortal al tratar de entender el por qué de sus acciones, de sus decisiones. A lo largo del desarrollo de las ilustraciones me di cuenta de que la condición humana no ha cambiado en lo más mínimo, y que la ambición es un factor determinante no sólo en la vida de un hombre, sino en el devenir de una sociedad.

La autora, Ana Laura Delgado y el Sr. No quiero en El Naranjo
De todas las ilustraciones que realizaste, ¿cuál es tu favorita, con cuál de ellas te sientes más satisfecho?

Definitivamente la que corresponde al capítulo XVIII, en la que se mira a Calpurnia frente al cuerpo sin vida de Julio César. Es una imagen que creo habla por sí misma.


¿Quién es el Sr. No quiero? ¿Qué diferencias y qué similitudes hay entre el Sr. No quiero y Miguel Ortiz, ilustrador?

Sr. No quiero es el seudónimo con el que acostumbro firmar mi trabajo como ilustrador y siempre me ha sorprendido la variedad de significados que la gente que lo ha escuchado hace de él, considero que cada una de ellas concentra la forma en la que como seres humanos concebimos la vida porque no hay negativa que no provoque una afirmación.


MIGUEL ORTIZ, alias Sr. No quiero
Ilustrador independiente nacido en la ciudad de México, egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM. Seleccionado en el XXI Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles CONACULTA. Su primer álbum ilustrado fue "Lucas, el dinosaurio feliz", escrito por Irene Selser, bajo la dirección de la editorial Libros para Imaginar. Es miembro activo de "El Ilustradero", de "Colectivo No. 13 de Cuento Ilustrado" y de "Arte Postal". Se ha desempeñado como colaborador en diversas publicaciones nacionales, además cuenta con su propia línea textil. En junio pasado impartió el taller "Dibújame un cordero" en el Centro Cultural de España en donde abordó la relación entre el inconsciente y la ilustración como medio de análisis. Actualmente imparte talleres de ilustración tradicional y dibujo en la Casa del Lago, Juan José Arreola.